jueves, marzo 17, 2005

No necesito presentación

Desde los orígenes del origen ha buscadose la respuesta... no se busque más... encuentrese.

Esto sería de como fui y seguiré siendo, impórtele a alguien o no.

Navidad de bebidas alcohólicas, siempre el alcohol, recuerde si no toma aflíjase, sólo con alcohol podrá olvidar penas, conocer desconocidos, disfrutar de las comidas y excusarse por cosas inexplicables que hará en determinado momento de su vida.

Con otros dos seres que por entonces pretendían elevarse por sobre mi intelecto, los desconozco en la actualidad, decidimos construir un canal de comunicación entre la rebeldía y el ensimismamiento de las partículas bi polares de saturación rápida: no encontramos modo más sencillo que el salir de juerga. Botellas que caen, mujeres con poca ropa que sudan, ojos que chorrean aproximadamente el 63% del líquido necesario para convivir sin pasar hambre ni penurias, en fin, me echaron, pero se fueron conmigo. Peleas de borrachos en una esquina, pero la noche es joven, no tenga miedo, sumérjase usté también entre los bochornos de trasnoche, son incongruentes, inapropiados, pero siempre hacen pensar un poco demás cuando por circunstancias, por lo general adversas, y no se aflija si en su caso es invertido, pensamos de menos.

Al final, sin demasiadas vueltas y con menos explicaciones aún, desperté ya de día, feriado, la familia, el asado, sobre una avenida, como un borracho más... pero era Güerden, que me podrían decir. Las hermanas no piensan eso, piensan que pueden venir a decirle algo a uno, bueno, por eso emancipéme, ellas no lloraron la partida.

La familia, con niños, 25 de diciembre, mediodía, esquivóme al verme un poco atolondrado aún, es que cuando se toma hay que tomar, y caí de nuevo al piso, los niños asustados sonrieron, yo saludé al padre, esté le tapó los ojos a la hija menor, escupióme, la madre tiróme un mendrugo de pan, me gritó mendigo, me azotó la sociedad, pero soy Güerden, que problema para el resto.

El pelo duro, la ducha fría, un poco de hambre, en la casa siempre había de todo. Sonreí. Cuando mi madre despertó le contaron todo, volvió al coma, yo no dejé de tomar.

Así que no olvide, si es mujer, sumerjase en lo más profundo del subconsciente, regálele a su pareja una noche con alguna amiga, siempre su pareja se lo agradecerá. Si es hombre, no beba esta noche, su mujer lo va a esperar con una sorpresa.
Asumiendo que mi palabra será ley, despídome, mañana más lecciones, y otra alegoría al fetichismo narcisodesalmado.

Salú.

Atentamente, Don Sir Güerden Lúpulia Atonolón Soberbia, y regocíjese con mi nombre, yo con sus faltas y/o desgracias ortolinfáticas.

NIAHISTA

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