miércoles, junio 28, 2006

Prendo un cigarro, y sin fumarlo miro como se esfuma

Ese es mi cigarro amigo, mi cigarro adorado, el único ser vivo por el cual daría o quitaría vidas. Siéntolo en el alma por las féminas que rasgarán vestiduras ante mi confesión. Voy un rato al éccel y vuelvo, luego vuelvo y pienso que debería seguir en el éccel pero me gusta muchisimo más no hacer lo que tengo que hacer... podrían buscar justificaciones conversando con mi anterior compañera, o conmigo mismo, pregúntele a los anteriores jefes, a dios, o a doce personas que admitirán que los dejé con la cena enfriándoseles, y es que es así como voy construrrellenándome de cimientos ligeros, para levantar vuelo cuanto antes.

Recuerdo que tiempo atrás la doctrina consistía en agüeringarse en cualquier rincón del planeta y dispararle saliva a los transeúntes, despertarlos con humedad, con oralidad, con gritos y con salivazos. En aquellos tiempos, debo reconocerlo, yo acariciaba con amor y vehemencia una suave teta blanca. La besaba, le rendía culto, casi sin saberlo me entregaba a lo que sería mi acabóse, rompí dogmas, actué como un hereje de mi mismo, le sonreí demás a mujeres a las que jamás debí regalarles ni una puntita del aisber, me arrepentí, lloré, pataleé... recuerdo que llegué hasta las cataratas del iguazú ponzoñoso, dispuesto a ahogarme en la garganta del diablo, escuche cantar a dos adefesios, los espanté con un rifle que hube robado previamente, y nuevamente caí de rodillas esperando... implorando su regreso.

Volví a mi escondrijo, me despellejé, vestí yeso durante dos o tres tardes, saludé a los vecinos esperando compasión y detuve cada centro-cabeza-gol que se dio en el área chica. Los goles los hicieron de media cancha, yo la miraba observando el cielo, cuando ella partió supe que había nacido... yo desde lejos se que ella también nació... hoy, a punto de olvidarla me someteré al castigo del tiempo.

Alcohólico y Nostálgico

Güerden Lúpulia Aycomoteextraño Soberbia